¿Cómo elegir la pintura blanca adecuada?
Contenidos interesantes en este artículo
Atemporal y elegante, el blanco se adapta a todos los interiores y estilos de una vivienda u oficina. Lejos de ser común, la pintura blanca viene en una amplia variedad de tonos, desde el blanco puro hasta el blanco hueso.
En el salón, la habitación o el baño, los tonos blanco se adaptan a los límites de las diferentes decoraciones, paredes o techos. Ya sea para iluminar una habitación oscura, para crear un efecto de grandeza en un espacio pequeño o simplemente para obtener una atmósfera relajante, el tono blanco es el indicado.
Hemos consultado a una de las mejores empresa de pintores Madrid y nos aportan algunas ideas y consejos de como elegir correctamente la pintura blanca.
Ten en cuenta que el blanco es la base perfecta para crear todo tipo de decoración y puede integrarse en cualquier estilo, en cualquier habitación de la casa. Pero, ¿Cómo elegir el blanco adecuado en función de la luminosidad, la finalidad del espacio y los demás colores de la decoración? en este artículo, encontrará las respuestas a todas tus preguntas para hacer la mejor elección.
¿Qué pintura blanca elegir?
Lo primero que hay que hacer para elegir la pintura blanca adecuada es observar la habitación que se va a pintar y evaluar su luminosidad a diferentes horas del día.
La luz natural de un espacio cambia drásticamente a lo largo del día debido al sol y a la luz exterior que entra por las ventanas. Por lo tanto, considera si tu habitación está suficientemente o mal iluminada en diferentes momentos del día. ¿Hay mucha luz por la mañana o el sol brilla más al final de la tarde? Ten en cuenta las horas de luz solar: esto te ayudará a determinar si debes elegir un blanco cálido o frío.
Una vez que hayas medido la luminosidad, podrás evaluar la calidez de la sombra. En espacios naturalmente menos luminosos, un blanco cálido con un color marrón, amarillo o rosa aportará más luz y suavidad. Este tipo de blanco también es preferible si tu suelo es pálido.
Los blancos cálidos teñidos de rojo, amarillo u ocre son ideales para crear un ambiente confortable y relajante en el salón o un dormitorio, por ejemplo.
Para las habitaciones con mucha luz, es mejor un blanco frío con un tinte azul, gris o verde. Estos tonos ayudan a dar una sensación de grandeza al espacio y funcionan bien con suelos de madera oscura o baldosas negras o grises oscuras.
Utiliza colores complementarios
Cuando se trata de combinaciones de colores, hay que tener en cuenta que los opuestos se atraen. Tanto si se trata de una pared de acento como de la selección de tus accesorios decorativos, un color destacará más si se combina con un blanco de un tono opuesto en la paleta de colores. Por ejemplo, una pared blanca cálida destacará más junto a una pared azul. Por el contrario, una pared blanca teñida de verde destacará más si se combina con accesorios rojos.
Una vez que hayas seleccionado tus dos o tres tonos favoritos de blanco, no dudes en probar cuál es el que mejor se adapta a tu espacio. Puedes pedir en la tienda de bricolaje o con la ayuda de tu pintor profesional, pedir muestras de color en diferentes partes de tu habitación: en una pared ya pintada de otro color, en un mueble o simplemente en la superficie que va a pintar. Mira la zona pintada bajo diferentes luces varias veces durante el día. Verás que la combinación de colores y los reflejos cambian enormemente en función de la luz. Y no olvides probarlo por la noche con tu iluminación interior, que entonces se reflejará de forma diferente en la pintura blanca. Todo es cuestión de percepción.
¿Mate, satinado o aterciopelado?
A la hora de elegir una pintura blanca, la elección del acabado es tan importante como la del color.
Por acabado, entendemos el grado de brillo de la pintura, su lustre. Cada acabado tiene sus propias características, y no todos los acabados son adecuados para todas las habitaciones. La elección debe hacerse en función del tipo de superficie que se va a pintar y de la finalidad de la habitación.
El acabado mate absorbe la luz y oculta los pequeños defectos. Por lo tanto, es perfecto para los techos, que suelen ser irregulares.
Sin embargo, dado que es tono blanco se ensucia mucho, este tipo de acabado debe evitarse en zonas de mucho tráfico, como vestíbulos, pasillos, escaleras y es muy fácil de mantener, la pintura de acabado satinado es ideal para resaltar las molduras, la carpintería y las puertas, ya que refleja sutilmente la luz.
Por último, el acabado aterciopelado, refleja aproximadamente el 10% de la luz, lo recomendamos para los dormitorios y comedores.
Errores que hay que evitar al elegir el blanco
- Elección de la pintura en la tienda: La iluminación hace que la luz sea muy artificial, alterando la percepción de los tonos blancos. Es mejor llevar las muestras a casa para hacer las pruebas mencionadas anteriormente.
- No limpies la superficie: Dedica el tiempo de limpiar las paredes, las molduras, los muebles y los suelos para eliminar todo el polvo posible, que puede adherirse a la pintura fresca.
- No seguir las instrucciones: Si el bote de pintura dice que hay que dejarla secar de 4 a 6 horas, respeta ese tiempo. Te ahorrarás muchos problemas.
No olvides la base
También conocida como «imprimación», una capa de fondo es una pintura que prepara la superficie y maximiza la adherencia de la pintura. Muchas pinturas del mercado tienen una imprimación incorporada, lo que puede ser una buena forma de ahorrar dinero en un proyecto pequeño.
Sin embargo, para obtener los mejores resultados, es mejor aplicar una capa de fondo especialmente diseñada, sobre todo si estás repintando una pared ya coloreada o una superficie porosa como el yeso o la madera.